Carnaval policial

Luego de tanto tiempo la costumbre vence al impacto inicial. Asi y todo me sigue sorprendiendo por lo macabro la apariencia de la policia militar brasilera. El uniforme, en primer lugar, le da un aspecto mas bien militar. La boina de costado en cabezas de matones gigantes, con botas y parafernalias casi de guerra asusta. Igualmente no tanto como esas ametralladoras que salen de las ventanas de casi todas la patrullas a la espera de ser disparadas por accidente ( un pozo, un sospechoso en el camino) o por voluntad propia.
Ademas de estar los pm comunes, existen otros, una especie similar al geop, o al swat, que andan en pickup blazer, con caja, que en la parte trazera tiene inscriptas denominaciones asombrosas y espelucnantes, choque, garras, y otras que ya pesquisare.
se a caba el tiempo, si, pero antes quiero recordar esa escena patetica de carnaval. una carro de policia pasando por el largo de guimaraes repleto de gente con dos policia subidos al capot con sus armas en brazos al ritmo de la musica. Ellos tampoco se queerian perder la fiesta. aunque nadie los habia invitado.

Merchandising electoral

Despues de 10 meses en brasil para a pensar que cosas me llamaron la atencion de todo este tiempo. en primer lugar note que casi no pare a pensar en estos largos meses. aunque por otro lado tampoco nunca pude dejar de pensar ni un minuto. estuve en lugares tranquilos y asi y todo la ansiedad se hizo presente. pero eso es historia repetida.
HOy dia de elecciones. La propaganda politica funciona de una forma diferente y bastante mas decadente que en la argentina.
Pase toda la campaña a presidente, diputado y todo lo demas en san pedro da sierra, un pueblito bien chiquito. Ni ahi uno se salva de ir caminando y toparse en la puerta de las casas con gigantografias de plastico con la cara olney, glauco lopes u otros que ya, por suerte no recuerdo. si aunque parezca increible, la gente se encarga de hacer propaganda voluntaria en sus propias casas. sus terrazas, jardines y quintales son vitrinas que disparan consignas vacuas y decadentes.
A decir verdad, casi no se ven esas pegatinas clasicas portenas, en toda pared, medidos de luz, gas y superficie que salga a la visual del resto de los transeuntes. Han ideado una estrategia todavia mejor. repartir calcomanias y demas merchandising politiquero, que cada elector se encarga de difundir en la ventana de su auto, moto, carpeta o sei la, lo que venga.
Aunque eso no es todo, lo peor y mas triste es el ejercito de "militantes" rentandos, aunque seria mas realista llamarlos mano de obra barata desocupada que vende su tiempo a quien sea, que se aprontan en las esquinas agitando timida y desganadamente banderas de diferentes candidatos. Trabajan ocho horas. cobran un pequeño sueldo y desean seguramente que su candidato gane, para el ano siguiente volver a tener ese empleo basura.
Recuerdo una escena en nova friburgo. En la calzada de una plaza circular apostados uno a lado del otro cerca de diez personas, difundiendo a candidatos diferentes conviviendo en la mayor de las pasividades. sentados intentando dormir, aburriendose, sufriendo el calor o simplemente ahi a la espera. No hice la prueba de acercame a ver que propuesta defendian. PUede que este siendo un poco preconceituoso. aunque asi y todo, vi poco militante repartiendo planfeto con propuesta capaz de defenderlas y discutir acerca de algun tema.
Para terminar con este escenario decadente electoral de democracia ficticia, hubo polemicas por la no cumplimentacion de la veda electoral. Presuepuestos millonarios, carteles coloridos y de buen papel, calcolmanias, remeras. Merchandising reciclado del fracaso de brasil en el mundial? da como resultado un ejercito de personas portando slogan que no dicen nada, haciendo campana para cualquier uno y jugando un juego obligatorio que aparece cada dos o cuatro anos y se va sin pena ni gloria, perpetuando mentiras, feudalismos, negocios, corrupcion y sumision.
Una ultima cosa, para esos que se ponen la camiseta. NO lean esto como un cachondeo de un argentino a los brasileros. Ni me quiero ligar de esas polemicas. Simplemente veo las diferencias de un pais gigante, que tiene monton de recursos y dinero invertido en la politiqueria. Si una infrastructura gigantesca al servicio de los elegidos.
cric

Nunca tuve un bombin

Deambulando por los itinerantes caminos del mundo del circo callejero he tenido la oportunidad de conocer cientos de malabaristas, payasos, acrobatas y otras hierbas. Todos unidos por un mismo deseo: hacerse poseedores en algun momento de su vida artistica de un bombim, de copa, bien armado, de esos que usaba chaplin o similares. Es un anhelo casi unanime de todo payaso y malabarista. Queda lindo y ademas sirve para hacer algunos trucos y destrezas vistosas debido a su forma y consistencia.
Desde los inicios de esta carrera sin rumbo he intentando hacerme poseedor de uno. Y hoy luego de mas de 6 anos puedo afirmar con toda tristeza y decepcion: nunca tuve un bombin. Ahora sombreros, tengo y tenido a montones, de todo tipo, estilo, forma, color y tamano. Hasta podria decir que poseeo una pequena coleccion. Mismo en este presente errabundo e itinerante, mis bagallos cuentas con una superpoblacion de sombreros, para ser mas exacto 7. ALgunos de uso doble, cotidiano y payasesco y otros exclusivos.

Ahora bien la frustacion que acarreo me ha hecho acrededor de otras gratitudes.
Recuerdo ese primer sombrero de arlequin, blanco y negro, con cuatro puntas cascabeladas adquirido hace anares a un colombiano titiritero, payaso y devil stickero. Me acompano un tiempo largo en los semaforo hasta que desaparecio. Supe luego que habia estado en Cordoba con otro malabarista que al parecer lo habia encontrado por ahi, o se lo habia prestado o quien sabe como; al que luego encontre y arreglamos una devolucion que nunca se dio.
Durante esa misma epoca convivia en mi fauna capilar otro del estilo pijama, tipo media, largo con la punta anudada, que misteriosamente tambien desaparecio.
EL violeta, de viscera moli, con costuras a cuadros, aguanto todo lo que pudo. Mucho tiempo lo use, hasta que la transpiracion lo dejo a la miseria.
En esa epoca habia comenzado mis primeros talleres de clown y era necesario tener un sombrero para explorar sus posibilidades:
El de cowboy de telgopol y el de cowboy negro, fueron parte de mi primer numero: el llanero. Ambos no entraban en mi cabezota.
Sufri horrores del calor cuando usaba uno amarillo de lana, encima de una peluca tipo bee gess.
En ese entonces todavia no me encontraba tan preocupado en hacerme poseedor de un lindo bombin.
La lista recien empieza.