Tuesday, December 05, 2006

experiencia radical

He superado el tren de la muerte, las tortuosas rutas bolivianas, la altura, las comidas matadoras, el agua con amebas, los empachos, la diarrea. SI, como tantos otro me creia inmune a la altura. Con mi piche de coca, habia logrado amagar todos los malestar y sintomas del apunamiento. Alguna que otra fatiga al subir una escalera, o correr media cuadrita. normal. Pero habia algo para lo que no estaba preparado y que casi acaba con mi vida. Un desvio imprevisto del minibus a la perez, puso en mi camino, un parque de diversiones. Ya lo habia visto unos dias atras. Decidi probar algo diferente.
Cuantos años que no entraba a uno y ahora en la paz, a casi 4000 metros.
Si no fuera por la plata hubiera ido al martillo. Agradecido del precio, no quiero pensar que hubiera sido de mi. Subi a una especie a uno llamado entrerprise. Unas cabinas dispuestas en forma de rueda, con un eje en el medio que se eleva mientras das vueltas y la cabina se balancea. Siniestro.
EN un principio tenia la utopica idea de hacer sonidos con la quena. Luego, comprendi que mejor era agarrarse fuerte y gritar. Soy un poco sensible a los mareos, pero la paz agudiza. No estaba solo para el desespero, una piba subio conmigo de imprevisto y apaciguo mi terror.
Baje como pude, ya con un leve tremer de mis piernas y hete aqui, que mi compañera de cabina, me presenta a su batallon de amigas, que me invitan acto seguido al barco pirata. ese que se mueve, como un pendulo y te hace bajar una puntada al centro del estamago. A tiempo, cambie de lugar, hacia un costado. AL principio hacia chistes, emitia gritos y otras expresiones, de a poco me fui apagando. El frio se apodero de mi cuerpo, el cosquilleo de las manos y el temblequeo de las piernas, hasta el esfinter amenazo con hacer paro y dejar salir todo lo que contenia. El muchacho que manejaba el aparato, no queria parar y el barquito seguia dele que te dele de aqui para alla.
Bendito el instante en que paro y el hielo se apodero de mi. Baje como borracho luego de varias vomitadas y me tendi a un costado con toda la intencion de vomitar. Estaba mas palido que albino y no me podia mantener parado. Me eche en el pasto a un costado, hasta que paso el temblor. UN poco mejor quise reencontrar a ese grupo de chicas, una de las cuales habiame impactado.
Hojee para un lado, para otro y nada. Habia sido abandonado en plena crisis. Gracias a la altura, estaba nuevamente solo, con ganas de cagar, palido, tremiendo y sin coca.
Asi que amigos, si quieren pasarla mal de en serio, un omnibus potosi-villazon es moco de pavo. vengase a la paz y pasen por el parque de diversiones, que hay diversion garantizada.

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